Marcel Broodthaers fue un artista
Belga que vivo desde 1924 a 1976. Empezó como critico periodista, fotógrafo y
poeta y con cuarenta años decide convertirse en artista visual. Fue un artista
abstracto y revolucionario, bastante reconocido en su época y que ha influido a
muchos artistas contemporáneos. Broodthears sobre todo empezó a cuestionar y
explorar cual era el límite del arte.
La exposición del Reina Sofía
recoge una de las retrospectivas más completas del artista. En ella encontramos
varias habitaciones con obras compuestas (sorprendentemente) con huevos y
mejillones. Y diferentes representaciones de estas cosas y otras cosas típicas
de Bélgica en forma de escultura, cuadro, videos… Sus obras aunque abstractas
varían en nivel de iconicidad. Algunas, como las esculturas hechas con
mejillones podríamos decir que tienen un nivel 2 pero hacia la final de la
exposición encontramos una obra de una serpiente y otra de una sillas de playa
y mesa con un puzle encima que podrían
tener un nivel 5. Y podemos concluir que no le da importancia a el material y
técnicas que utiliza.
Broodthears le dio gran importancia
no solo a las obras pero también al
espacio en el que eran expuestos y juagaba mucho con ellas. Su objetivo era
hacer que el espectador participara en ella. Esto lo podemos ver la exposición
del Reina Sofía. Las salas varían mucho de otra, juega con la luz y el ambiente
que puede llegar a crear con los objetos y las obras.
Por lo general el arte tan
conceptual no es lo que más llama, pero aun así fue interesante ver su
exposición, nunca había visto nada igual. No entendí mucho la exposición pero
con la ayuda de María Jesús en clase pude ver que el objetivo de Broodthaears
era hacer a sus espectadores a cuestionar aspectos de la sociedad que critica
en sus obras y también lo que es el
arte.
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